Fomentar la autonomía en los ancianos
Fomentar la autonomía de los dependientes es fundamental. La independencia es inherente al ser humano. Si tienes familiares dependientes (ancianos o personas con movilidad reducida o discapacidad psíquica o cualquier tipo de dificultad), lo mejor es habilitar todo a su alrededor para que puedan funcionar sin recurrir a terceros.
La autonomía personal es la capacidad para realizar actividades de manera habitual. Es imprescindible una adaptación suficiente al entorno para garantizar la autonomía.
Con una adaptación adecuada, algunos individuos muestran un buen desarrollo y pueden vivir solos e independientemente a pesar de las discapacidades. Resulta que las actividades independientes son posibles incluso para personas con discapacidad intelectual, siempre que reciban el apoyo necesario.
Por lo general, verá muchas asociaciones privadas y gubernamentales que promueven leyes o acciones que son inclusivas y favorables para las personas con discapacidad. El objetivo principal es promover la autonomía de los colectivos necesitados para que disfruten de las mismas oportunidades que cualquier otro individuo.
Al promover la independencia de las personas dependientes, debemos prestar atención a los hábitos que nos acompañan en el día a día, como lavarse, vestirse, comer, limpiar la casa e incluso servirse un vaso de agua. Si no podemos realizar estas actividades, nuestro nivel de vida se verá muy reducido.
Desafortunadamente, muchos dependientes tienen habilidades limitadas que les impiden realizar algunas de las actividades descritas. Por lo tanto, si eres el cuidador de un familiar con estas características, debes hacer todo lo posible para ayudarlo a ser más autónomo.
En primer lugar, hay que regular todo lo que le rodea para que pueda trabajar sin problema en su entorno confortable, su hogar. Prepare un espacio libre de obstáculos, especialmente si la persona debe usar una silla de ruedas o un andador para moverse. Si es ciego o tiene visión limitada. La ausencia de obstáculos hará que te sea más fácil y menos difícil moverte.
No puedes ignorar detalles como el tipo de suelo. Esto es fundamental para evitar accidentes. Lo mejor es tener un suelo que no sea resbaladizo y que satisfaga las necesidades del paciente. Luego tenemos almohadillas aislantes que puedes colocar en áreas importantes de la casa. Por ejemplo, en los laterales de la cama para que sea más fácil tumbarse. Coloque barras de apoyo en baños, inodoros y áreas de ducha, así como asientos especiales para que su familia no tenga que luchar con barreras físicas.
Por supuesto, debe analizar cuidadosamente todo lo que esta persona puede hacer antes de realizar cambios en su hogar. Esto le permitirá enfocar su ayuda en las cosas que realmente le servirán. Si has observado que puede levantarse de su asiento sin dificultad, no es conveniente colocarle una empuñadura. Lo ideal es fomentar nuevas mudanzas y movimientos entre los miembros de la familia. Como resultado, te sientes empoderado y útil.
Debes recordar que, a veces, una persona con algún tipo de discapacidad se frustra y deja de hacer las actividades que antes hacía. En estos casos, la mejor manera de promover su autonomía es tu apoyo verbal. Recuérdele que ha hecho ciertos movimientos antes y anímelo a intentarlo de nuevo. Celebra los objetivos alcanzados.
Otra forma de ayudar a los pacientes dependientes es gestionar rutinas que sean apropiadas para su movilidad. Nuevamente, se trata de hacerlo sentir útil. Intenta hacerle entender que puede formar hábitos como todo el mundo, aunque hay que mejorar las circunstancias en las que vive.
Todos estos propósitos consiguen proporcionar una serie de beneficios muy positivos para las personas con discapacidad.
Fuente: https://www.depencare.com/como-fomentar-la-autonomia-de-las-personas-dependientes
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